A veces por “salir del paso” decimos SI a algo, desconociendo que nuestra familia toma esa respuesta como una promesa. Los compromisos familiares no son cosa de segundo o tercer nivel.
Quizás sea leer algo juntos, jugar con ellos, cocinarles algo diferente, ir a algún lugar, apoyarles en alguna tarea...
¡Cuando tu familia ve que cumples tus promesas (por pequeñas o sencillas que sean), disfrutan de un ambiente de SEGURIDAD y por tanto de Armonía Familiar!
Eclesiastés 5:5 ¡Mejor es que no prometas, y no que prometas y no cumplas!
¡Recuerda que tus palabras se convierten en monumentos! Entonces cumple lo que prometes, así sea pequeño.