¡Escuchar es algo especial, por ser el camino que conduce al corazón de quien habla! Cuando escuchamos CON ATENCIÓN hacemos sentir importante a la otra persona, debemos proponernos escuchar con nuestros sentidos (por ejemplo, mirar a los ojos de quien me habla, es expresarle Respeto y Cortesía). Dios es nuestro ejemplo Maravilloso, pues el salmo 116:1 y 2 nos habla de cómo El Inclina su odio y está atento a nuestras oraciones!!